se desvanecen volando
y el viento se encarga
de esparcir sus plumas
sobre el mar dorado por los siglos
como semillas planetarias amarillas
para que broten millones de aves
en espigas de sueños libres de dolor.
y cuando el tiempo lo crea justo
despertarlas con el llamado fértil
de una lluvia que nace de la tierra
y prontas a vivir nuevamente, las Aves
echarán a volar cubriendo las tardes
como chispas de un fuego nuevo sacudido.
Los campos serán Cielos
Los cielos, joven braza
las estrellas, fruta abrillantada
por la luna, una mujer que acaba
de verlo todo nacer desde su palco
junto al Sol.
30 de junio 2010