Atardecer

Atardece,
el sol en la cara
el calorcito que nos lleva
en silencio entre el polvo.

Las nubes lucen dulces
pechos maternales de azufre
coloridas, sin preguntas
amamantando a aquel que sufre.

No hay camino al cielo
aquí están el aire y el agua
rompiendo el vidrio de los frascos
para soltar los sueños celestes.

Morir debiera ser tan dulce

tan obvio como el amor.
Vivir es volar desnudo
para mancharse el pelo
con el color del cielo de turno.

Pero como cuesta ultimamente
llegar a viejo.

27/03/2008

Juguito

Nudillos blancos
Líquidos
Que se escurren
Por las vetas del mármol
Por las venas del muerto.
Néctar
Bálsamo
Jarabe agridulce
Chorreando por la comisura
Azul de la materia
Aliento encerrado
Olor a perro muerto
en las fauces del finado.

27/03/2008

Postal

Abedul
Tan dulce palabra
A-be-dul
Niña de azucar
Moja sus pies
En el arroyo
Azul
A-zul.

27/03/2008

Variedad

Sobre las diversas formas de la muerte:

Un anzuelo
Un ancla oxidada
Un vaso con agua
Una pecera de vino
Dos peces muertos
Un número impar de toros negros
Catorce ojos rojos
Un camino recto
La supervivencia
Y el miedo a volar.

27/03/2008

Mojar los pies

Un círculo blanco lleno de gaviotas.

Vuelan seguras
bebiendo nubes
el mar avanza salpicando
sal sobre los hombres
mar eterno puente
entre los vivos
y los muertos que despiertan
para mojar sus pies
curar sus ausencias en salmuera
(calma)
ver por ante última vez el reflejo
de alguien que nunca fueron
(desilusión)
para prefererir seguir muertos en el mar
a vivir dentro de una fotografía

Agitan las alas las gaviotas
con el ritmo de la lluvia
gotas de vida
migajas de agua
si el cielo es el pan y el mar es el vino
¿qué más?
acá estamos, acá!
bebiendo el agua dulce del estanque
respirando por placer.

Limpio los hongos de mi civilización.
Empiezo a volar.

Elegance

Las corbatas
inventadas
para anudar cuellos
horca civilizada
seda de oriente
es trampa mortífera
elegante verdugo
como la rutina
que ahorca silenciosa
con el paso de los años
cada vez más.
¿Asistirán los sastres a tu entierro?
¿quién desatará el nudo
cuando luzcas tu cuerpo de sardina?
Nadie lo hará.
Pero tu esposa
dejará su asiento
en la primera fila del infierno
y fiel a su rutina
se acercará
adornada de lágrimas
para acomodarte
con la mañana en sus manos
y su último amor
el nudo de tu cuello
para que puedas así pasearte
sin llamar la atención
por los pasillos del Cielo.

3/3/2008