¡Pum para arriba!,
un disparo al cielo.
El fervoroso intento
del fervoroso idiota
de querer matar la nube
o a un pájaro.
No es posible errar:
Dios come balas
y las devuelve,
en forma de tormenta.
¡Pum para Abajo!
Estás muerto.
Transpiraciones y Otras Lluvias
¡Pum para arriba!,
un disparo al cielo.
El fervoroso intento
del fervoroso idiota
de querer matar la nube
o a un pájaro.
No es posible errar:
Dios come balas
y las devuelve,
en forma de tormenta.
¡Pum para Abajo!
Estás muerto.
No Claudicar.
No arrojar la piedra, ella vive en tu mano.
Llamar con la voz muda al cuerpo celeste,
a la nube que aguarda paciente sobre el horizonte lejano,
y vendrá, desde el fondo del mundo por tí.
Ahora inhálala, llévala bien hondo,
guárdala en tu estómago y siéntela curar,
tomar la forma de los sueños encarnando dentro tuyo.
En adelante los gritos serán grillos celebrando los días,
las lágrimas regarán los helechos, la tierra colorada.
La tristeza, un vestido floreado bailando con el viento.
No te sorprendas cuando enciendas la llama con tu aliento
Déjate rodear de esa luz que has iniciado, hecho nacer.
27/08/2009
Se avecinan los hijos del mármol.
Vienen por mi espacio geométrico.
Los primeros avanzan despacio uno a uno.
Ya lo he visto antes
la guerra siempre se repite a las cinco y cinco de la tarde.
Pasarán por alto, barrerán con todo, echarán todo a la suerte de seis caras.
Los reyes descorazonados se comerán a otros reyes descoronados;
los peones no comerán nada si no hay restos.
Cuando el mundo es papel cuadriculado
solo me salvo, si me planto en la raya,
en la línea limítrofe inevitable,
en el segundo donde no inhalamos ni exhalamos,
entre el negro y blanco que no es gris y es nada.
Atrincherada tras los pobres observa la dama.
Debajo del bello velo blanco y sus diamantes
sonríe su boca horrible, caverna helada,
amor ausente, madre del acero.
No es diosa, es esfinge de la guerra,
de su teta beben sangre los soldados,
para matarme sin sed pero con hambre.
Digo "Alto": se abre mi mano y nacen mundos.
Caballos despellejándose en medio de las armas
revelan tu odio camuflado con blanco lactal.
Apunten en vano sus flechas afiladas con miedo
atraviesen este cuerpo de agua que no puede morir.
El corazón en mi mano no es escudo, es arma invencible.
Así será como sucumbirás a la creación,
el destello colorido estallará en el lienzo de sus caras,
vendrán para matarme, para atarme a la tierra con cadenas imposibles
para decirme que ya no hay mas remedio, pero siempre lo hay.
El paisaje es desolador: píntalo mi reina:
Los cuerpos blancos de tus hijos rendidos sobre el manto negro de la noche
como gatos negros en la nieve
Así es mejor, descansan en paz,
ahora, descansan de tu impulso
porque mi reina, con todo el indebido respeto,
tu reino es tu capricho.
21/07/2009
Gracias Soria
(a la esperanza Mario)
Susurra esa palabra
suéltala por entre tus labios
es fácil, suspírala y déjala salir
como una pluma, en mi boca
y tragaré
para que la palabra susurrada sea canoa
rió abajo, por la garganta caudalosa
y como todo llegue al salto espumoso
en el filo de la cascada de mis fauces
y caiga flotando la p l u m a p a l a b r a
abriéndose en alas,
con toda el heroísmo de los pájaros
para darse a conocer pero ya no
con forma invisible de suspiro
ó la timidez de una peluza
sino que arderá en un trueno rompiendo las rocas
estruendo que detendrá las aguas y los llantos
los gritos de las bombas, los perros
los estómagos hambreados por los látigos.
Aturdirá a los sordos
y se hará eco en las voces de los mudos.
Esa palabrita
regalo, soplo de tus rincones
es ahora una pluma
surcando dentro de los míos
navegando como un barco de sal
por los fiordos, por los ríos.
Esa pluma
que supo ser palabra de tu boca
ha crecido, y es
ahora un ala
ahora pájaro
ahora estruendo
ahora luz
ahora calor
ahora fuego
ahora canto
ahora tanto fuego
ahora
Vos
verso1.
1. m. Palabra o conjunto de palabras sujetas a medida y cadencia, o solo a cadencia. U. también en sentido colectivo, por contraposición a prosa. Comedia en verso.
2. m. Versículo de las Sagradas Escrituras.
3. m. coloq. Composición en verso. U. m. en pl.
1. m. verso griego o latino que tiene cabales todos sus pies.
1. m. verso de la poesía griega y latina, que consta de un dáctilo y un espondeo, y se usa generalmente en combinación con los sáficos, de tres de los cuales va precedido en cada una de las estrofas de que forma parte.
2. m. verso de la poesía española, que consta de cinco sílabas, la primera y la cuarta largas, y breves las demás, y tiene el mismo empleo que el adónico antiguo.
1. m. El que termina en palabra aguda.
1. m. verso de la poesía griega y latina, que se compone de un espondeo, o a veces de un yambo, de otro yambo, de una cesura y de los dáctilos. Otro verso del mismo nombre consta de dos dáctilos y dos troqueos.
1. m. El de catorce sílabas, dividido en dos hemistiquios.
1. m. Cada uno de los de igual clase, con que hablan o cantan a competencia y alternativamente los pastores que se introducen en algunas églogas, como en la tercera de Virgilio.
1. m. El que no se sujeta a una medida fija de sílabas.
1. m. En la poesía griega y latina, verso compuesto de anapestos o análogos.
1. m. verso de la poesía griega y latina, que se compone de un espondeo, dos coriambos y un pirriquio. Se mide también contando un espondeo, un dáctilo, una cesura y otros dos dáctilos.
1. m. El asclepiadeo que acaba con dos dáctilos y consta además de un espondeo y dos coriambos, o sea de un espondeo, un dáctilo, otro espondeo y un anapesto.
1. m. verso asclepiadeo.
1. m. verso suelto.
1. m. verso de la poesía griega y latina, al que le falta una sílaba al fin, o en el cual es imperfecto alguno de los pies.
1. m. El que consta de coriambos.
1. m. El que consta de dáctilos.
1. m. El de doce sílabas, que consta de dos hemistiquios.
2. m. El que tiene más de ocho sílabas.
1. m. El de arte mayor, normalmente dodecasílabo, con dos hemistiquios, en cada uno de los cuales se da la combinación de dos sílabas átonas entre otras dos tónicas.
1. m. El de redondilla mayor o menor.
2. m. El que no pasa de ocho sílabas.
1. m. El que tiene suprimida o cortada la sílaba o sílabas que siguen a la última acentuada.
1. m. El de ocho sílabas u octosílabo.
1. m. El de seis sílabas o hexasílabo.
1. m. El latino cuyas dos últimas sílabas son iguales.
2. m. El que se emplea en el eco (‖ composición poética).
1. m. El que finaliza en voz esdrújula.
1. m. verso hexámetro que tiene espondeos en determinados lugares.
~ falecio, ~ faleucio, o ~ faleuco.
1. m. En la poesía griega y latina, verso endecasílabo que se compone de cinco pies. El primero espondeo, el segundo dáctilo, y troqueos los demás.
1. m. En la poesía griega y latina, verso compuesto de tres pies, espondeos el primero y tercero, y dáctilo el segundo.
1. m. En la poesía griega y latina, verso compuesto de tres pies, un espondeo y dos dáctilos. El primero es también a veces yambo o coreo.
1. m. El que en cada idioma se tiene por más a propósito para ser empleado en la poesía de esta clase; p. ej., en la lengua latina el hexámetro y en la española el endecasílabo.
1. m. En la poesía griega y latina, verso que consta de seis pies, cada uno de los cuatro primeros espondeo, o dáctilo, dáctilo el quinto, y el sexto espondeo.
1. m. Aquel en que hay hiatos.
1. m. verso latino usado en la Edad Media, cuyas sílabas finales forman consonancia con las últimas de su primer hemistiquio.
2. m. verso castellano con rima interior.
1. m. verso suelto.
2. m. El que no está sujeto a rima ni a metro fijo y determinado.
1. m. El que termina en palabra llana o grave.
1. m. verso agudo.
1. m. verso llano.
1. m. En la poesía griega y latina, verso compuesto de un dáctilo o un espondeo, de otro dáctilo u otro espondeo, de una cesura, de dos dáctilos y de otra cesura. Se mide también contando después de los dos primeros pies un espondeo y dos anapestos.
1. m. verso esdrújulo.
1. m. El de cuatro sílabas cuando alterna con otros más largos.
1. m. En la poesía griega, verso en que cada palabra tiene una sílaba más que la precedente.
1. m. En la poesía griega y latina, verso compuesto de once sílabas distribuidas en cinco pies, de los cuales son, por regla general, troqueos el primero y los dos últimos, espondeo el segundo, y dáctilo el tercero.
2. m. En la poesía española, verso que consta de once sílabas, como el griego y latino, y cuyos acentos métricos estriban en la cuarta y la octava. Es más cadencioso y tiene mayor semejanza con el sáfico antiguo cuando su primera sílaba es larga.
1. m. El que consta de seis pies, y especialmente el yámbico de esta medida.
1. m. pl. versos satíricos y obscenos inventados en la ciudad de Fescenio y que solían cantarse en la antigua Roma.
1. m. pl. Los dos versos que van unidos y aconsonantados, como los dos últimos de la octava.
1. m. El que no forma con otro rima perfecta ni imperfecta.
1. m. En la poesía latina, verso compuesto de tres pies, y también el compuesto de tres dipodias, o sea de seis pies, como el trímetro yámbico o senario.
1. m. En la poesía latina, verso que consta de siete pies, de los cuales los unos son troqueos y los demás espondeos o yambos, al arbitrio.
1. m. En la poesía griega y latina, verso en que entran yambos, o que se compone exclusivamente de ellos.
1. loc. verb. Tener fluidez, sonar bien al oído.