Primera Apertura

a Leónidas Escudero,
poeta-minero de San Juan.


No Claudicar.

No arrojar la piedra, ella vive en tu mano.



Llamar con la voz muda al cuerpo celeste,

a la nube que aguarda paciente sobre el horizonte lejano,

y vendrá, desde el fondo del mundo por tí.


Ahora inhálala, llévala bien hondo,

guárdala en tu estómago y siéntela curar,

tomar la forma de los sueños encarnando dentro tuyo.


En adelante los gritos serán grillos celebrando los días,

las lágrimas regarán los helechos, la tierra colorada.

La tristeza, un vestido floreado bailando con el viento.



No te sorprendas cuando enciendas la llama con tu aliento

Déjate rodear de esa luz que has iniciado, hecho nacer.

No claudiques, el universo mora debajo de tus uñas.




27/08/2009

1 comentario:

Ishmael dijo...

Me gusta este poema, me auto- gusta.