Poema inspirado en "Mi Vida" de Melina Soria




Se avecinan los hijos del mármol.

Vienen por mi espacio geométrico.

Los primeros avanzan despacio uno a uno.


Ya lo he visto antes

la guerra siempre se repite a las cinco y cinco de la tarde.

Pasarán por alto, barrerán con todo, echarán todo a la suerte de seis caras.

Los reyes descorazonados se comerán a otros reyes descoronados;

los peones no comerán nada si no hay restos.



Cuando el mundo es papel cuadriculado

solo me salvo, si me planto en la raya,

en la línea limítrofe inevitable,

en el segundo donde no inhalamos ni exhalamos,

entre el negro y blanco que no es gris y es nada.



Atrincherada tras los pobres observa la dama.


Debajo del bello velo blanco y sus diamantes

sonríe su boca horrible, caverna helada,


amor ausente, madre del acero.

No es diosa, es esfinge de la guerra,


de su teta beben sangre los soldados,


para matarme sin sed pero con hambre.




Digo "Alto": se abre mi mano y nacen mundos.


Caballos despellejándose en medio de las armas


revelan tu odio camuflado con blanco lactal.


Apunten en vano sus flechas afiladas con miedo


atraviesen este cuerpo de agua que no puede morir.




El corazón en mi mano no es escudo, es arma invencible.

Así será como sucumbirás a la creación,


el destello colorido estallará en el lienzo de sus caras,


vendrán para matarme, para atarme a la tierra con cadenas imposibles

para decirme que ya no hay mas remedio, pero siempre lo hay.



El paisaje es desolador: píntalo mi reina:


Los cuerpos blancos de tus hijos rendidos sobre el manto negro de la noche


como gatos negros en la nieve


Así es mejor, descansan en paz,

ahora, descansan de tu impulso


porque mi reina, con todo el indebido respeto,


tu reino es tu capricho.

21/07/2009
Gracias Soria

1 comentario:

Melón dijo...

estoy en todos lados, jaja!
bueno aprovecho para agradecerle por aca! y reiterarle que me ha gustado mucho el texto. Gracias! Saludos!