Consigna

Disfrutar.





De chuparle los dedos a esta vida


o los codos a quien estas por amar.





Disfrutar corriendo descalzo


por un bosque de porongas o bajo una tormenta de pochoclos.










Disfrutar de verla disfrutar.





Disfrutar de su silencio,


del ronquido desparejo


de la copa mitad llena de los árboles


del viento del altiplano en el verano.





Disfrutá de tu gordura


o de tu flacura de pollito.





Reir es difrutar,


más si la risa duele en el abdomen


y la adornas con los dientes


si ríes por no llorar


o no sabes por qué ríes.





Disfrutar de dar con la nota que querías,


agarrar de la bolsa la palabra indicada


o acertar la pincelada.





Disfrutar de estar solo


o sólo estar estando


con el espíritu de un budha meditando


sobre el maravilloso mundo del alcaucíl.





Disfrutar del miedo que así como vino se irá.





Disfrutá que la vida es tan corta y la muerte impuntual.





Disfruta del mantecol.





Disfrutá del cucumelo, tomalo, fumalo o comelo.





Disfrutá en tus sueños


que a diario te conceden espejismos


que tus pantalones apretados luzcan


como los de Mick, el último rock star.





Meté los dedos en el enchufe y disfrutá,


tragate el pelito y disfrutá,


cerrá los ojos y abrilos y disfrutá


de ser animal, platónico y visceral


y sobre todo un simple mortal.





Pablo Neruda disfrutó.





Disfrutá del viento


aire en movimiento,


de dormir juntos


y con el brazo acalambrado despertar.





Disfrutá de los tornados,


de los vasos rebalsados,


de las nubes de algodón


y las burbujas de jabón.





Disfrutá al oirla susurrar


la mitad de tu nombre


porque solo puede balbucear


cuando con tu cuerpo de hierro encendido


la haces gozar, gozar, gozar.





Disfrutar sentado, parado o acostado pero disfrutar.



Disfrutá de estar donde estas,

no es fácil pero se puede

si recuerdas que el dinero sirve

para hacer barquitos de papel,

fábricas de fuego

o flores de papel.


Como Oliverio, disfrutarlo todo pero disfrutarlo bien.


05/08/2008

1 comentario:

Pao dijo...

Una belleza, un lujo . . .
sumado a todo eso, disfruto un hermano prestado que hace, no tanto, me obsequiaron raras circunstancias!!!
y si, el viento de la Puna en verano no tiene desperdicios, ni falta hace soñar ahí... ni falta