I
Se agrieta el tiempo
caemos juntos
sin saber que hacer

Dos que caen en lo oscuro
se miran con luz
de magia blanca...

(más luz)
(más luz)

La caída nunca acaba,
no hay fín para caer.
La vuelta no tiene atrás.

II
Y me comes con tu cuerpo
pero no entro en tu boca
Me entrego sin equívoco
no toco el fondo
del cilindro que avanza
para siempre
hasta nunca acabar.

Los ojos ya no son nuestros,
tienen vida propia
quieren morirse
no se detienen porque
nada los detiene.
Lo intentamos en vano,
entorpecemos.
Se conocen
desean mezclar sus colores
para parir uno nuevo
nunca visto.

Eso sucede con las miradas:
colores que se funden,
nacen otros colores
del amor
que deben (estrictamente)
comenzar por un beso.

III
Dame un beso,
mientras caigo
mientras muero
porque moriré solo y cayendo
a menos que lo hagas.
Lo haces y me muero
y vuelvo a caer.

Te necesito conmigo
para detener los caprichos
de la apuesta
de un tiro
de ruleta
al aire.
(dados de letras que forman palabras de cinco letras porque son cinco dados).

IV
¿Una y otra vez insisten con mirarme?
¿No ves que me muero por hacerlo?
Pero debo terminar de caer
para conseguir el valor
que requiere esa acción.

No estas sola.
Estamos solos
pero no estas conmigo.
No.
No.
Tu cuerpo negro y blanco
no se toca.

V
Me arranqué las orejas
y corté las tuyas
Ahora no escuchamos
mas que a nosotros mismos.
Dejamos de caer,
abandonamos el cilindro,
abrimos los cuerpos
y te encuentro dentro mio.

Finalmente
nos hemos besado
ya no tengo miedo
ya no
quiero morir.

No hay comentarios: